Actualmente la sostenibilidad corporativa no se trata solo de un área o dependencia dentro de la organización que se encarga de temas ambientales y sociales; hoy, en el entorno organizacional, se entiende como parte del direccionamiento estratégico, un frente de actuación integral y una línea de inversión para el futuro.
7 PRÁCTICAS GERENCIALES PARA LA SOSTENIBILIDAD CORPORATIVA
Actualmente la sostenibilidad corporativa no se trata solo de un área o dependencia dentro de la organización que se encarga de temas ambientales y sociales; hoy, en el entorno organizacional, se entiende como parte del direccionamiento estratégico, un frente de actuación integral y una línea de inversión para el futuro.
Dentro de las estrategias se debe:
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Incluir criterios ambientales y sociales en el análisis de riesgos.
Incluir adicional al análisis de riesgos del tipo económico y operacionales también las variables ambientales y sociales, para propiciar una visión mucho más amplia, integral y estructurada de los mismos.
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Medir y gestionar la huella de carbono.
Hacer un cálculo y establecer el tamaño de estas las emisiones de la organización y los colaboradores en toneladas de CO2 equivalente, (medición de la huella de carbono) para gestionar cada uno de los impactos generados e implementar estrategias de reducción o compensación de emisiones.
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Evaluar los servicios eco sistémicos de los predios.
Tener un inventario de los recursos naturales de los predios, es uno de los pasos para generar rentabilidad a partir de estrategias de conservación. Evaluar los servicios eco sistémicos con los que se cuentan puede llevarle, por ejemplo, a una venta de bonos de carbono que ayude a compensar impactos al entorno.
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Gestionar proveedores responsables.
Acompañar la implementación de planes orientados hacia buenas prácticas medioambientales y sociales en las organizaciones que hacen parte de su cadena de abastecimiento, impactará positivamente los indicadores de sostenibilidad. Esto es definitivamente una palanca para impulsar el cambio, crecer, diferenciarse, crear valor compartido y, al mismo tiempo, responder a las exigencias del mercado y de los stakeholders.
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Generar valor compartido con otras organizaciones.
El valor compartido consiste en que las empresas identifiquen oportunidades en las que puedan compartir beneficios con otras empresas, que puedan favorecer a todas las partes interesadas y que generen progreso social.
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Desarrollar productos con ecodiseño.
Gran parte de los impactos que genera un producto o servicio se pueden evitar o disminuir en el momento de su creación o diseño. Durante esta etapa, es posible seleccionar materiales ecológicos, simplificar las intermediaciones, determinar ciclos de vida sostenibles e implementar estrategias de economía circular; lo que hace que se relacione directamente con la sostenibilidad y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Con mayor frecuencia, las empresas están fabricando productos en los que la prioridad estratégica está en la sostenibilidad. Los negocios deben optimizar la acción por el cambio climático, su impacto en las comunidades y su contribución para ayudar a los consumidores a lograr estilos de vida más saludables.
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Un talento consciente es un talento sostenible.
Un talento más consciente significa menos impactos y también una oportunidad de alinear a muchas personas con proyectos que aporten a un mejor entorno.
Por eso, gestionar variables sostenibles contando con el talento de las organizaciones, (pasando por procesos como la selección, desarrollo, entrenamiento y formación de las personas y equipos de trabajo), puede no solo aportar en el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad corporativa, si no que va a generar mayor conciencia que inspire y sensibilice a nuevas personas
María Elena Pacheco Valencia
Máster Gerencia de Proyectos de Desarrollo Sostenible. | Ingeniera Mecánica.
Adaptado de https://www.portafolioverde.com